Estos últimos días he pensado mucho en mi parte emocional, en el hecho de que no he sido muy afortunada que digamos en los avatares del corazón y en el hecho de que los años pasan … Me viene entonces a la cabeza una escena de la película «La Vida en Rosa» en la que Edith Piaf estaba sentada en la playa tejiendo, los que han visto la película comprenderán  el símil mental que hago con ella.

Dicha actitud mental me ha llevado a retomar archivos visuales en los que me fotografié y me grabé un par de años atrás  y, aunque no lo parezca, ¡Eso es un fuerte ejercicio psicológico! Pero bueno! Me asilaré de ese lugar de mis laberintos mentales, que seguramente los aburrirían enormemente y  les compartiré algunas fotografías hacia las cuales siento especial afecto.

Dichos fragmentos de mí me gustan mucho porque aunque no fueron tomados bajo ningún conocimiento fotográfico siento que representan en gran parte mi forma de sentir  como mujer, mi especial gusto por las expresiones suaves y sinceras, pero a la vez intensas y con intención, lo romántica y femenina…

… Reflejan el fuego de mi corazón, pero a la vez  calma, tranquilidad  y eso es algo mas que me gusta en demasía porque aunque yo sea una mujer  que le duele aceptar muchas veces el precio de ser cómo es, no deseo claudicar en mis búsquedas, porque confío en que aunque sean solo el viento, el calor del sol, una cámara y el lápiz y el papel mis compañías en un futuro, tendré mi alma tranquila y en paz por haber procurado siempre dar en cada instante lo mejor de mi corazón.

Y queridos amigos y lectores con ello sé que podré experimentar momentos de felicidad, y en últimas eso es la vida, instantes, momentos de felicidad que aunque se muestren a blanco y negro el color lo llevan en su interior.

¡Besos y mil bendiciones!

YelahiaG