Nueva semana, nuevo pedicure y nuevas reflexiones en mi interior.
Y pues ellas radican en esa disposición natural de nosotras las mujeres de querer complacer los deseos de aquellas personas que ocupa un lugar importante en nuestro corazón y mas puntualmente, a aquellos que despiertan en nosotras esos sentimientos que muchas veces se vuelven caóticos y que navegan entre la amistad, el amor, la pasión y la ternura.
Me pregunto, ¿Que tanto valoran esas personas nuestra conducta complaciente? ¿Que tan beneficioso será muchas veces relegar a un segundo plano nuestros deseos?… Y pues creo que muchos coincidimos que no se necesitan dos dedos de frente para saber que basar nuestra felicidad en el «otro», en sus reacciones, expresiones y manifestaciones es un error craso.
Y no niego, yo estoy inmersa en ese grupo de mujeres que les gusta complacer, pero en éste punto de mi vida, en éste hoy que al final de cuentas es lo único seguro que poseo, he decidido replantearme mis formas de simbólicamente decir «eres importante para mi» , «te quiero» o hasta «te amo» porque realmente el «otro» es un mundo aparte, independiente, autónomo y diametralmente diferente, y por tanto su ser goza de la libertad y sus expresiones son solo suyas, negar eso o pretender cambiarlo simplemente sería un absurdo.
Y es que no puedo seguir predicando y no aplicando que la felicidad, mi felicidad, no debo atarla a nadie diferente a mi, y así me sentiré aun mas libre de ser lo que auténticamente soy, una mujer que ama, ¡Si, ama! y ama demasiado, con toda su alma y cada poro de su piel y que a través de sus pies quiere hablarle al mundo y contarle que amar no es una acto de posesión o dominio, sino una expresión libre del corazón humano.
Y ya para terminar, solo les diré que no sé que mensaje pueda llegar a sus mentes al ver las siguientes fotografías que he realizado el día de hoy, pero lo único que deseo es que sepan que en ellas siempre existe una simbiosis entre mi mente y mi corazón.
Un gran abrazo y mil bendiciones a todos!
YelahiaG