No es extraño en mi el fantasear cuando estoy bajo las cobijas que el hombre que amo llegué y me consienta a mi y a mis pies con sus caricias y besos… Y es que como dice la letra de una canción: «…De la noche son las cosas del amor…»
Bajo las cobijas mis pies se acarician mutuamente, se rozan, intentando emular lo que mi mente anhela y que no me corresponde hacerlo a mi.
Y en el terreno fertil de mis fantasías mi incansable amor hace que con sus mimos a mis pies yo llegue a ese nirvana de minutos sempiternos en donde yo no soy sino que simplemente existo… donde la vida se detiene y el corazón late a reventar.
Así que hombres y mujeres, así no sean fetichistas de pies, no duden jamás el regalar a sus parejas un momento de ternura, pasión y erotismo a través de los pies, les garantizo que ello hará estremecer a quien se lo brindan y propiciará una atmósfera de placer y comunión a niveles insospechados.
Y por qué no? Ésta noche puede ser la mas propicia, anímense!
Besos y dulces sueños!
YelahiaG.