Querido corazón mío,

Muchas gracias por este nuevo vídeo. Siempre es un inmenso placer ver tus pies perfectos y tus plantas arrugadas.

Siéntate, voy a contarte otra historia mía (sé que gustan ellas y hace tiempo que no te conté una):

Estás en casa, vestida en jeans y con esos mismos zapatos. Estás mirando por la ventana y me ves llegar. Abres la puerta que que pueda entrar y me abrazas porque estás muy contenta verme de nuevo.
Nos sentamos, charlamos, y notas que estoy mirando tus pies. Les pones en mis rodillas y veo que son nuevos zapatos y te digo que te van super bien. Me encanta el color, y va muy bien con el azul de los jeans. Te quito los zapatos y empiezo esa nueva sesión con unas cosquillas suaves en ambos pies de arriba abajo, pero sobre todo en el centro de la planta. Te hace mucho reír y estás moviendo tus pies de tal manera que tus plantas estén arrugadas. Me encanta ver eso. Es un gran placer para los ojos.

Seguimos hablando y continúo la sesión con unos besos. Veo que tus ojos están cerrados y que estás disfrutando esta sesión a lo máximo. Hace bastante frío fuera y tus pies están fríos. Lo noto y comienzo a oler tus pies. Me gusta mucho porque no hay ningún olor. No huelen nada, sólo hay el olor de la piel descalza. Huelo tus pies durante unos minutos y sigo besándoles.
Minutos después, me levanto. Me preguntas adónde voy a te contesto que vuelvo. Tras unos segundos, regreso con una crema. Pongo una poca cantidad de ella en mis manos y empiezo a regalarte un masaje. Comienzo por el pie derecho, y en primero las plantas. Veo que te encanta eso. Sigo en el talón, vuelvo al centro del pie, continúo con el arco y acabo con los dedos de los pies. Tomo ahora el pie izquierdo y hago lo mismo, y en el mismo orden. El masaje dura una hora en total.
Te pregunto si te gustó esta sesión y no me contestes. Veo que estás dormida (me imagino que es el efecto del masaje). Tomo una gran manta espesa y te la pongo para que no tengas frío. Te beso en la frente y regreso a casa.

Espero que te haya gustado esta nueva historia. Gracias por dejarme contártelas. Es un gran placer poder compartir esas historias contigo.

Te mando mil besos y cuídate mucho. Añado a esos besos unas cosquillas